Hoy voy a hablaros sobre los mandalas y el gran poder energético que tienen. De hecho, ya se están utilizando, desde hace algunos años, como apoyo en terapias para la curación. Se ha demostrado como los pacientes mejoran de sus dolencias, además de ser una herramienta altamente efectiva que nos ayuda a mantener la concentración, así como, para aquietar nuestra mente. Yo empecé a trabajar con mandalas hace cinco años y enseguida pude apreciar que funcionan. Para empezar, no es necesario configurar nuestros propios mandalas, que sería lo ideal, basta al principio con ir coloreando algún mandala que encontremos ya hecho y que nos llame, por alguna razón, la atención. A mí me gusta ponerme durante unos minutos delante de varios y esperar a que uno en concreto me llame en ese momento la atención, y después, sin fijarme unos colores determinados, me voy dejando fluir. Es increíble lo bien que empiezas a sentirte al poco tiempo de empezar a rellenar las formas con color, al mismo tiempo empiezas a ver en que estado de ánimo y a que escala vibratoria te encuentras.
Aquí os dejo una página en la que podéis descargar los mandalas sin costo alguno. Hay bastante variedad, y como he comentado anteriormente, para empezar no es necesario configurar nuestros propios mandalas, eso irá surgiendo a medida que os vayáis familiarizando con ellos. Las posibilidades son enormes y los beneficios que nos dan, también. Os animo a que empecéis a jugar con las formas y los colores al igual que los niños, pronto apreciareis como desbloquean nuestras emociones y activan nuestra creatividad en todos los sentidos.
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